Es un tema espinoso y que puede que genere algo de controversia o debate pero, para nosotros, el mejor de esta Supercopa de España celebrada en Arabia Saudí entre Real Madrid, Barça, Osasuna y Atlético de Madrid ha sido el esloveno Oblak. Pese incluso a encajar cinco goles en su semifinal frente al Madrid, perder y solo disputar un partido, su nivel durante aquel encuentro fue más que notable. No cometió ningún error y realizó una parada imposible tras excelente maniobra del brasileño Rodrygo en el área pequeña sacándola en un gesto poco ortodoxo pero muy efectivo con los pies. Fue posiblemente la parada del torneo.
Podría achacárseleo que Brahim le ganara una carrera en el centro del campo cuando se había incorporado hacia el final de la prórroga para buscar el empate a cuatro, pero fue encajar el quinto y que pitara el árbitro. Además, entra dentro de lo previsible que un jugador de campo gane a un portero en una carrera a campo abierto y más si se trata de un guardameta de cierta corpulencia y físico potente como el del Atlético. Precisamente en ese encuentro el meta del Madrid, Kepa, que no repitió en la final titularidad, dejó el error del torneo en una salida blanda por arriba en que no blocó el balón y se lo acabó introduciendo en la portería. Ponía por delante a los de Simeone, que a la postre quedarían apeados en esa ronda, deshaciéndose casi de forma irremisible en la prórroga ante un Real Madrid que se impuso con autoridad y gran aportación de los jugadores que entraron desde el banquillo.
El ucraniano Lunin fue el elegido para la final, desarrollando un buen encuentro, dejando un par o tres de destellos de calidad y demostrando que, hoy por hoy y a falta de la vuelta de Courtois, está un peldaño por encima del guardameta vasco, que no acaba de encontrar su mejor versión desde que dejara el Athlétic Club de Bilbao. Iñaki Peña, del Barça y el único de los cinco que disputó dos encuentros, rayó a un nivel más que correcto, aunque probablemente algo hundido cerca de la portería en alguna que otra jugada y posiblemente fruto de la falta de minutos de los que no ha gozado en el Barça desde que volviera de su cesión al Galatasaray turco. La lesión de Ter Stegen le ha dado una oportunidad, que seguramente mereciera ya hace algún tiempo.

Sergio Herrera, por su parte, en su eliminatoria frente al club catalán con Osasuna ofreció un rendimiento acorde al del conjunto de su equipo: bueno y plantando cara, de forma muy seria, frente a un rival que por presupuesto y plantilla se presuponía en toda lógica por encima. La emotividad de este guardameta, muy expresivo, se hizo patente en varios momentos del encuentro en que estuvo particularmente fino y atento para que los de Pamplona siguieran dentro del encuentro. Al final, derrota por dos a cero en un partido bien disputado.
No ha sido una Supercopa con un nivel altísimo de porteros, pero si tuviéramos que destacar uno por encima del resto sería Oblak. Y en sentido negativo, si hubiera que poner uno que no haya cumplido con las expectativas sería Kepa, del que se sigue esperando que reconecte con ese portero del que se hablaba maravillas. En lo que se refiere a jugadores, diríamos que Vinicius y Kroos han estado excepcionales, cada uno en su rol y siendo importantes y podría decirse que decisivos para la victoria final de los ‘blancos’.

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