Es difícil decir quién puede haber realizado la mejor parada de la historia porque intervenciones las hay y muy diversas. Pueden ser de reflejos, de velocidad, de agilidad, posicionamiento, por su valor decisivo, por la importancia del rival, el escenario… Además, el fútbol ha ido creciendo y mejorando generación tras generación pero para gustos… Los británicos, amantes de las clasificaciones, se atrevieron con el reto y barrieron para casa. Para ellos y para el ‘planeta fútbol’ (por consenso, por no llevarles la contraria o porque se trata de una distinción honorífica) la mejor parada la realizó el guardameta inglés Gordon Banks en el Mundial de Méjico’70 en un encuentro de la fase de grupos entre el equipo británico y Brasil.
La intervención en cuestión es una mano abajo en un remate picado, potente, de Pelé a la derecha del guardameta que saca de forma espectactular desviando el balón a córner. Parada, sin duda, extraordinaria. Aún así el propio guardameta, tiempo más tarde, aseguraba estar más satisfecho de alguna otra actuación realizada con su club en la máxima categoría del fútbol inglés.
Entre los tres mejores de Europa
Banks jugó más de 600 partidos al máximo nivel y 73 vistiendo la camiseta del equipo nacional. Consiguió lo que pocos jugadores han conseguido nunca. Y menos, ingleses. Formaba parte del combinado que se alzó con la Copa del Mundo de Inglaterra’66 frente a Alemania Occidental (la única de su país). Para él, «no hay nada más grande en el fútbol que ganar un Mundial». En un artículo publicado por el diario The Sun aseguraba «estar orgulloso» de vestir la camiseta de su país. Y sobre el logro alcanzado afirmó que fue «fantástico, especial».

Durante su carrera, desarrollada fundamentalmente durante los años sesenta y comienzos de los setenta, estaba considerado entre los mejores del mundo. Entre la terna de los tres mejores. De hecho fue reconocido en varias ocasiones como el mejor de la temporada. Para la Federación Internacional de Estadística e Historia del Fútbol (IFFHS, por sus siglas en inglés) fue el segundo más importante del siglo XX por detrás del ruso Lev Yashin y por delante de otro mito, el italiano Dino Zoff, que consiguió un Mundial con su selección en España’82 con 40 años de edad.
Nacido en 1937 en Sheffield -donde actualmente reside ya con 80 años y alejado de la actualidad del fútbol-, debutó en 1955 en el modesto Chesterfield. En el 59 fichaba por el Leicester City y ocho años más tarde vestía la camiseta del Stoke City. En el estadio de este último club, en los accesos, hay una estátua que recuerda al guardameta, que cubría su marco cuando en 1972 ganaron la Copa de la Liga -uno de los grandes hitos de este club-. Curiosidades de la historia el Leicester vendió a Banks en el 67, poco después de que ganara el Mundial con su selección. Lo hicieron, según apuntaron, porque apostaban por un joven guardameta que después también fue leyenda, el incombustible Peter Shilton.
¡Vaya susto!
El año pasado, según señalaba el periódico The Daily Telegraph, un medio lo dio por muerto para sorpresa incluso de sus propios familiares. Tuvo que salir para desmentirlo. En el ínterin alguno de sus nietos se llevó un buen disgusto. En cualquier caso, sigue luchando contra un cáncer de riñón. Banks ha sido uno de los más grandes de la historia, sea o no la parada contra Brasil la mejor de todos los tiempos. En activo, se destacaba de su juego su sobriedad, reflejos y agilidad, hasta el punto que se hizo famoso en la época un juego de palabras con su apellido, que decía: «As safe as the Banks of England».
Por cierto, tras la parada realizada a Pelé ambos mantuvieron y han mantenido en todo este tiempo una buena amistad. El artillero de la canarinha asegura, pese a los cientos de goles anotados (posiblemente más de 1000), nunca haber «olvidado aquella parada de Méjico’70», en Guadalajara.
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