El portero español jugó ayer el último partido del Oporto en esta Champions, en la vuelta de los octavos de final en el campo del Liverpool tras caer en la ida por un contundente 0-5. Ayer, el encuentro, con Casillas en la portería -no había jugado en el primer partido de esta eliminatoria frente a los ingleses- acabó en un honroso empate a cero. Los lusos dejaron el campeonato europeo después de presentar muy poca resistencia en un choque entre dos equipos que se preveía algo más equilibrado. Algo muy parecido a lo sucedido en los enfrentamientos entre los suizos del Basilea y el Manchester City o entre el Real Madrid y el París Saint Germain. En todos estos casos, los emparejamientos han sido muy desiguales y con resultados definitivos y abultados en los primeros encuentros.
Casillas ayer consiguió mantener el marco a cero pero lo hizo en un partido sin historia, decidido en la ida y con un Liverpool que después del resultado del primer partido tampoco quiso hacer más sangre. Casillas tuvo un par de intervenciones de cierto mérito pero poco más. En cualquier caso, ayer los comentaristas apuntaban la posibilidad que este fuera el último partido de Champions del ex-madridista. El propio portagonista en declaraciones posteriores, aseguraba que de ser así, «tampoco estaría tan mal» acabar su periplo en esta competeción en un escenario como Anfield, ante un rival histórico y con tradición en esta competición, y hacerlo evitando encajar un gol (en un partido finalizado en empate a cero). En cualquier caso, no garantizaba que ayer fuera su adiós pese a sus actuales 36 años y a que el Oporto -que jugará la próxima Champions– ya ha anunciado que a final de temporada no le va a renovar.
Se presentan, por lo tanto, cambios en la vida de Casillas, que tendrá que mudarse para ir a otro equipo. Ahí está la duda. Algunos medios han avanzado un posible interés del Betis, en lo que representaría la vuelta del guardameta a la liga española. Otros, no obstante, señalan que el próximo destino de Iker Casillas podría ser el Nápoles de la Serie A italiana, en un movimiento de porteros en el que se vería implicado el español Pepe Reina, que podría irse al Milán. De concretarse esta segunda posibilidad, sí sería muy factible volver a verle en otro partido más de la Copa de Europa y seguir haciendo más grande su leyenda, acercándose o superando los 180 partidos en esta competición -más que nadie en toda la historia de este torneo- y competir con una escuadra de garantías frente a los grandes colosos del fútbol continental. Otras posibilidades barajan destinos más previsibles, jubilaciones doradas habituales, como Qatar, la MLS norteamericana o la liga china; todas con mucho poder económico pero menos alicientes deportivos.
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