Buffon ve como otra vez el sueño de la Champions se desvanece

Tiene ya 40 años, se pierde el próximo Mundial de Rusia con Italia tras quedar fuera en la repesca contra Suecia y parece que su sueño de conseguir ganar una Champions antes de retirarse va a ser un imposible. Buffon, uno de los mejores porteros de los últimos veinte años, asistió ayer impotente a la debacle de la Juventus frente al Real Madrid. En la ida de los cuartos de final y jugando en casa, sucumbieron por un contundente aunque injusto 0-3. El resultado no explica lo visto sobre el terreno de juego. El Madrid no se paseó pero sí tuvo más pegada y las circunstancias le fueron favorables.

Antes del minuto cinco ya ganaba 0-1, tras anticiparse Cristiano Ronaldo a sus marcadores en un pase de la muerte al centro del área pequeña que, con un toque delicado y suficiente con el exterior de la bota, colocó en el segundo palo, lejos del alcance del meta transalpino. Desde ese momento y hasta el término del primero tiempo, dominio más o menos de la Juventus que tampoco supo concretar en demasiadas ocasiones. Mucho centrocapismo y también coherencia y orden en la salida de balón de ambos conjuntos. Higuaín tuvo la posibilidad de llevar la igualada al marcador antes del descanso con un remate con pierna derecha a bocajarro tras centro al área pero Keylor Navas estuvo sensacional: rápido de reflejos para conseguir despejar el balón a media altura aunque complicado de desviar.

La segunda mitad comenzó como la primera: con mayor dominio de los italianos. Zidane se vio obligado a sacar a Benzema y reforzar el centro del campo con Lucas Vázquez, pasar a un 4-5-1 y dejar a Cristiano solo en punta. La Juventus achuchaba pero no asustaba. El que tenía más ideas y fúbtol fue Dybala pero ni con esas conseguía traspasar la barrera formada por dos -ayer- imperiales Varane y Sergio Ramos, secundados por delante por Casimiro y en los laterales por Marcelo y Carvajal, ayer menos ofensivos, más comedidos. El partido se rompió con una genialidad. El gol soñado y deseado por cualquier niño. Centro al área, balón blandito, chilena al aire muy alta, impacto perfecto sobre la pelota y golazo por el flanco izquierdo de Cristiano Ronaldo sobre la meta de Buffon. Jugada, en cualquier caso, que vino precedida de un error entre el guardameta y Chiellini, que no se entendieron y que dieron dos opciones de remate a los blancos. En la primera la sacó el meta italiano y en la segunda no tuvo más remedio que asistir desde una posición privilegiada a la obra de arte del atacante luso.

Pocos minutos después, patada de Dybala al pecho de Carvajal en un balón dividido, segunda tarjeta amarilla, expulsión y final del partido. Los juventinos bajaron los brazos. Con diez jugadores y un 0 a 2 desfavorable poco podían hacer frente a la gran calidad y superioridad de los madridistas. El tercer y último gol llegó en una combinación por el centro del área grande, pared de Marcelo que llegó a posición de remate, salvó la salida de Buffon y cerró la eliminatoria. En los últimos instantes un disparo de Higuaín que sacó muy bien abajo Keylor y un remate fuera podrían haber dado algo más de pimienta a un emparejamiento que se puede dar prácticamente por cerrado. La Juventus, y Buffon, pueden irse despidiendo de esta Champions, salvo descalabro y sorpresa mayúscula en el Bernabéu.

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