Lunin, el ucraniano del Real Madrid, se proclama campeón del mundo sub-20

El Mundial sub-20 de Polonia dio una final inédita, extraña, exótica e interesante de cara al futuro y los cambios que puedan venir produciéndose en el futuro en torneos absolutos (aunque con prudencia). Llegaron a la última ronda Ucrania y Corea del Sur. Partido con un cartel algo discreto pero también atractivo por poder ver dos combinados con menos tradición y que llegaron a la final por méritos propios y sufriendo mucho.

Lunin, el portero de Ucrania, que jugó en la parte final del torneo fue una de las más interesantes sorpresas de este último encuentro. Durante los primeros 45 minutos no fue exigido a excepción de un penalti en los primeros compases en el que le engañaron y tampoco pudo hacer demasiado. El trabajo vino en la segunda parte cuando Ucrania ya había igualado y remontado el gol inicial de los asiáticos para ponerse 2 a 1 y con todo de cara en los últimos veinte minutos. El ariete Supriaha se destapó como un potente y certero delantero, consiguiendo esos dos primeros tantos en jugadas y acciones en las que demostró su calidad y superioridad. En cierto modo, se notó que se trataba de un jugador a un nivel por encima del resto. El coreano del Valencia, Kangin Lee, hizo lo propio con su zurda de seda y unos gestos y movimientos en el campo que recuerdan al David Silva de sus comienzos.

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Lunin, por su parte, fue también uno de los más destacados. Demostró estar en esa terna de cuatro o cinco jugadores que brillaron por encima del resto. Nacido en 1999 y de 1,91 metros de altura, su fichaje el pasado verano por el Real Madrid llamó la atención sobre esta jugador ucraniano que ya había ido dejando destellos de calidad en competiciones internacionales. En cualquer caso, con los blancos pocas o nulas iban a ser las oportunidades con el fichaje de Courtois y con la presencia también en la plantilla de Keylor Navas. Fue cedido al Leganés, donde tampoco ha jugado mucho y su participación ha sido más bien escasa. Por ello, su actuación en el torneo tiene incluso más mérito.

La falta de rodaje es algo muy sensible en un guardameta en parcelas del juego como la toma de decisiones, lectura e interpretación de las acciones o cálculo de distancias (sobre todo en balones aéreos o pases al espacio). Lo que se vio en los segundos 45 minutos es bastante ilusionante. Lunin estuvo particularmente lucido en una fantástica parada a mano cambiada en un córner, realizando una acción sensacional y mandando el balón con suspense al larguero para salir nuevamente por línea de puerta. Actuación soberbia a la que siguieron varias acciones en balones aéreos en los que estuvo muy sobrio y seguro tanto en los blocajes como en un despeje de puños (siempre complicado). Con el pie, en los saques, buena técnica de golpeo y potencia sobrada. Lunin dejó muy buenas sensaciones. También gran actitud y temple. Fue nombrado, con todo merecimiento, Mejor Portero del Mundial sub-20.

Habrá que esperar para ver si este año consigue lugar en la plantilla del Real Madrid como segundo portero, aunque para eso alguno de los actuales guardametas tendría que hacer las maletas para buscar acomodo en otro club. La rumorología, a comienzos de este verano, parece apuntar precisamente en esa dirección.

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