Aitor Fernández, la gran y buena sorpresa de esta Liga 18/19

aitor fernandez

Corría el mes de febrero, más de veinte  partidos de Liga y todavía no había debutado en Primera División. El Levante no iba particularmente bien -o por lo menos no tanto como parecía que podría hacerlo a tenor de lo demostrado durante el tramo final de la pasada campaña cuando sus números bajo la batuta desde el banquillo de Paco López lo situaban prácticamente en posiciones de Champions y había tenido el honor de romper la imbatibilidad del Barça en un partido muy loco y con muchos goles-.

Partido frente al Getafe y cambio en la portería. Aitor Fernández, titular en la Copa del Rey, encontraba su oportunidad en el campeonato doméstico después de recibir una goleada en Sevilla por 5 a 0. Hasta aquella fecha el titular bajo palos para los granota había sido el vasco formado en la cantera del Barça y que había pasado entre otros por el Granada, Oier Olazábal. Aitor jugó y no volvió a perder el puesto (o por lo menos que así lo recordemos) en lo que quedaba de temporada.

Nosotros tuvimos la oportunidad y posibilidad de verlo en varios partidos de este último tramo final de Liga, muy delicado para el Levante ya que hasta las últimas jornadas estuvo amagando con caer en puestos de descenso e incluso ser uno de los candidatos con más papeletas para acabar en el pozo de Segunda (y ya se sabe después lo difícil que es conseguir luego el ascenso, con muchos candidatos y una división de plata llena de ilustres y muy competida).

oier olazabal

A Aitor le recordamos varios encuentros pero especialmente dos (por citar algunos ejemplos). El primero, en la derrota frente al Barça en el Camp Nou en Liga, donde estuvo particularmente destacado. Y el otro, trascendental, en Motilivi contra el Girona en un encuentro a cara o cruz que se llevó el Levante en buena medida gracias a las acertadísimas intervenciones de Aitor Fernández.

Formado en las cantera del Athletic de Bilbao e incluso internacional con España en categorías inferiores, Aitor no es ya ningún chaval. El año pasado el Levante lo fichó por un millón de euros procedente del Numancia, donde ya había dejado destellos de su calidad. Ahora, con 28 años, una edad muy buena para un portero, Aitor destaca particularmente por su gran agilidad, buena colocación, buena lectura del juego, óptima toma de decisiones e inteligencia y velocidad en el uno contra uno. Igual, como punto flaco, su complexión y estatura (1,82 m.), no especialmente poderosa y que le puede hacer sufrir un poco en el juego aéreo. Será interesante seguir sus evoluciones la próxima campaña y saber si algún club con mayores aspiraciones y posibilidades económicas fija su ojo en este buen y completo guardameta.