Las sensaciones y la confianza son aspectos determinantes en la vida de cualquier profesional, deportista y, por supuesto, portero. La falta de ella por parte del entrenador, compañeros o afición puede tener un impacto demoledor en el rendimiento del jugador. En España uno de los casos más recientes y sonados fue el del muy buen portero y joven, Sergio Rico, hoy de segundo en el PSG, que pasó de ser una de las grandes promesas del fútbol español, a dejar las filas del Sevilla por cierto desacuerdo con los espectadores de su propio club, molestos por algunos errores gruesos que no perdonaron.
En el caso del belga Simon Mignolet puede decirse tres cuartos de lo mismo. Sus últimas tres campañas en el Liverpool fueron bastante malas, con actuaciones irregulares que no acabaron por recuperar la confianza ni de la afición ni de sus respectivos entrenadores. De hecho, posiblemente, el mayor éxito cosechado por el guardameta durante la seis temporadas que militó con los ‘reds’, lo consiguió el año pasado con la Champions pero con papel más que secundario ante el titular indiscutible, el brasileño Alisson Becker, alabado por sus actuaciones por su entrenador, Jurgen Klopp.
Mignolet, en cualquier caso, es un buen guardameta, tercero con su país, Bélgica, en el último Mundial de Rusia’18 -de suplente de Courtois (considerado mejor del torneo)-, con buenos reflejos, ágil, rápido en las salidas aunque algo dubitativo con el pie y, sobre todo, en las jugadas por alto, que tanto penalizan en la Premier. Este pasado verano, tras haber militado en el Sunderland primero y Liverpool después en su aventura en las Islas, fichó por el Brujas. Con 31 años y una gran experiencia en clubes de élite este año empieza a recuperar el nivel que mostró en los comienzos de su carrera y que le permitieron codearse con algunos de los mejores jugadores del mundo y pisar el césped de verdaderos ‘templos’ de este deporte.
En el momento de mayor plenitud para un guardameta y con amplio bagaje, el fichaje se concretó sobre los siete millones de euros el pasado verano y un contrato para cinco temporadas. De momento, en la Champions, con el Brujas, está rindiendo a un buen nivel. ¿Volverá a recuperar su mejor versión e, incluso, podrá llegar a competir con Courtois por la titularidad en la próxima Eurocopa visto que tampoco el meta del Madrid está como en campañas precedentes?
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