Retirada soñada para uno de los mejores porteros de este siglo XXI

La retirada siempre es un momento díficil y complicado para un deportista. Y más si es de élite y está acostumbrado a competir al máximo nivel, aunque la realidad es que se trata de un desenlace inevitable. Un buen final, en cualquier caso, puede ser luchando por levantar un trofeo. Y si es en un torneo internacional de prestigio como es la Europa League, mejor que mejor. Este es el caso de la retirada del portero checo del Arsenal, Peter Cech, que anunció que colgaba los guantes al término de esta campaña.

Así lo recordaban los comentaristas durante la transmisión del partido de vuelta en Mestalla entre el equipo de Londres y el Valencia y en el que se impusieron los gunners por un claro, justo e inapelable 2 a 4. Bajo los palos, el gigantón centro-europeo, que seguía cubriendo uno de los marcos más codiciados y exigentes del continente. La final será en los últimos días de este mes de mayo contra otro equipo de la capital británica, el Chelsea, copando de este modo dos equipos ingleses las plazas de finalistas como también sucediera apenas 24 horas antes en la Champions League, donde Liverpool y Tottenham lucharán por coronarse como los mejores equipos europeos de este año.

Cech tendrá ante sí una gran oportunidad de ponerle un broche de oro a una carrera deportiva por la que algunos lo han considerado -justamente, pensamos- como uno de los mejores porteros de este siglo XXI. La casualidad, además, ha querido que su retirada se produzca extrañamente en el encuentro contra el equipo con el que más y mejores partidos disputó, como fue el Chelsea y que dejó tras la llegada del belga Courtois, que lo relegó inevitablemente a la suplencia. Tras aquel pequeño desengaño -normal ante un portero joven que apretaba y que en el último Mundial de Rusia fue considerado com el mejor del torneo- buscó acomodo en otro club. Y no le costó mucho. De hecho, no cambió ni de ciudad.

Se fue al Arsenal, un equipo que llevaba unos cuantos años tratando de afianzar una posición históricamente débil de su once, ya incluso con el inglés Seaman que algunos aseguraban que tenía más pinta «de jugador de cricket que de guardameta». Luego ni el alemán Lehmann ni el español Almunia ni tampoco el polaco Szczesny (hoy titular en la Juventus) o el colombiano Ospina (actualmente en el Nápoles) acabaron por convencer. El fichaje de Cech acabó con las dudas si bien el pasado verano, el Arsenal aprovechó para fichar a una de las grandes promesas del fútbol alemán como es Bernd Leno, procedente del Bayer Leverkusen y que ha presentado dura batalla por la titularidad.

Con Cech se va uno de los más grandes de las dos últimas décadas, considerado por colegas y comentaristas como uno de los mejores. Sobrio, fiable, muy completo (algo menos con el pie) y técnicamente muy notable, se le recuerda por llevar desde hace varias campañas un casco más propio del rugby o el waterpolo desde que tuviera un fuerte encontronazo y susto en un partido de Premier contra el Reading en 2006. Veremos, en cualquier caso, si la historia, tan caprichosa ella, le depara el desenlace merecido.

También te pueden interesar:

Víctor Valdés ‘apaga las luces’