Woud, un portero neozelandés joven y prometedor que apunta muy buenas maneras

Octavos de final del Mundial sub-20 de Polonia, encuentro entre las selecciones de Colombia y Nueva Zelanda. Lo cogemos en la segunda parte con empate a uno en el marcador. Los oceánicos tienen ante sí la posibilidad histórica de llegar a unos cuartos de final -nunca antes ninguna selección de aquel país en ninguna categoría de fútbol había logrado tal hazaña-. Nueva Zelanda era ya una de las gratas y atractivas sorpresas del torneo demostrando el crecimiento de este deporte en aquel país, cuna sobre todo de extraordinarios combinados de cricket o rugby (con mención especial y destacada a los poderosos y potentes All-Blacks).

Ataca Colombia por uno de los flancos, la opción de centro es la más lógica y natural pero al extremo sudamericano se le ocurre cambiar de planes: lanza un fuerte disparo al primer palo en toda la escuadra (léase, el rincón que une el palo con el larguero). El chute va muy bien de potencia y sensacional de colocación. El factor sorpresivo además le da muchos puntos para convertirse en gol pero aparece una mano prodigiosa que nos atrevemos a decir que pocos guardametas habrían acertado a colocar, por lo difícil y escorado del lanzamiento. Michael Woud llama nuestra atención con esa intervención a la que sucederá una segunda poco antes del término de los 90 minutos reglamentarios. Un pase de la muerte al segundo palo es repelido por el arquero, que se hace enorme ante el atacante colombiano. Sensacional parada, aunque un poco por debajo de la primera. Con su 1,96 metros de estatura y su fuerte complexión Woud presenta unas condiciones físicas y técnicas muy interesantes.

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En los penalties para dos y un tercero, que se tiene que volver a repetir. Al final Nueva Zelanda pierde en la elimintaoria y no pasa a la siguiente fase pero en el camino su guardameta ha dejado varios destellos dignos de mencionar y de seguir. Una rápida búsqueda por la web nos permite saber que milita en su país, nacido en 1999 en Auckland. Muchas secretarías técnicas harían bien siguiendo un arquero con buenas condiciones y que podría dar el salto a Europa. Veremos sus evoluciones que hoy por hoy se vislumbran ilusionantes. Por poner un símil, le hemos visto cosas del sobrio y consistente Jan Oblak, del Atlético de Madrid.