Es temprano para decirlo pero el último susto -y muy serio- vivido por el guardameta de Móstoles abre muchos interrogantes. El ataque al corazón durante un entrenamiento con el Oporto de fechas recientes hace que el futuro profesional del guardameta se vea comprometido. Por lo pronto y afortunadamente, hace pocos días veíamos como su pareja colgaba en las redes una imagen de Casillas, que parece más o menos recuperado del terrible susto que, según trascendió, podría haber sido fatal si no se hubiera producido durante un entrenamiento y así pudieron actuar rápidamente los médicos y ser trasladado de urgencia.
Con 37 años y un año más de contrato con el Oporto firmado el pasado mes de febrero, el futuro a corto plazo parecía razonablemente estable y garantizado después que deportivamente la campaña pasada hubiera también muchas dudas durante un tramo importante del campeonato sobre la continuidad del portero madrileño en el marco luso. Pasó por la suplencia y se cuestionó su rendimiento y futuro en el Oporto. Esta campaña estaba realizando un buen año, incluso llegando a los cuartos de final de la Champions, donde fueron eliminados por un intratable Liverpool que en la ronda siguiente ha demostrado de lo que es capaz pasándole como una apisonadora al Barcelona por encima y protagonizando una remontada histórica y que pasará a los anales de esta competición continental.
Pero volviendo a Casillas, durante las primeras horas tras el ataque de corazón, varios cardiólogos consultados por diversos medios aguraban una recuperación de Casillas que le permitiría volver a tener una vida normal, pero no así reengancharse al fútbol de élite. Es temprano para decirlo pero otros ejemplos vividos por deportistas aquejados de dolencias cardíacas han acabado con desenlaces semejantes. La retirada, dada también su edad y su extraordinaria carrera, no parece en el caso de Casillas una solución extraña ni inviable. Más bien al contrario, podría ser una medida con mucho sentido y también prudencia. Habrá que esperar.